...la primera vez que me engañes, será culpa tuya. La segunda será culpa mía
El 21 de Febrero de 2016 (21F) Bolivia eligió en las urnas el limitar el mandato del Presidente y Vice-Presidente de acuerdo a lo planteado en la Constitución vigente, de tal forma que una nueva re-elección no fuera posible. Sin embargo, el pueblo no se adueñó de la mayoría expresada con el voto y dejo la iniciativa al oponente. Sin embargo, los resultados del 21F fueron borrados con el codo el 28 de Noviembre de 2017, cuando el Tribunal Constitucional del país, bajo un tendencioso y grosero fallo, declaró que la reelección continua del Presidente de la República es un derecho humano. El Referendum del 21F fue como ganar la lotería y no presentarse a cobrar el billete, nadie se apropió de la victoria. Gran y segundo error.
Imagen de Abecor. https://www.facebook.com/abecor.amoarte/
El 04 de Diciembre de 2018, en una sombría noche para la institucionalidad de Bolivia, el Tribunal Electoral habilitó a Evo Morales y su Vice-Presidente para formar parte de las elecciones de finales de 2019. Pero quien puede culpar a un monstruo de querer destruir a su paso, acaso no esta en su naturaleza? El poder incontrolable del partido de gobierno paso por encima de todas las normas y el sentido común. Salvo demostraciones aisladas de repudio, el pueblo no dijo nada. Tercer error.
Hoy gran parte de la población quiere pensar que se podrán ganar las elecciones, y así deshacernos del pequeño gigante que hemos creado. Inocencia? Ingenuidad? Exceso de Optimismo? Lo cierto es que, poco a poco, nos han venido cocinando a fuego lento. Podríamos extendernos en los pros y los contras de la gestión de gobierno, si la economía creció o no, si la gente adora a Morales o no, o si el cambio de una burguesía más educada y blanca a una más informal y morena son buenas para la sociedad, pero todos esos elementos son distractivos. El orden legal, y el respeto a la Constitución son elementales para vivir civilizadamente y en sociedad. Luego de tremendas afrentas al orden institucional y constitucional, el cierre del congreso, la represión violenta y masiva, o la declaración de un gobierno dictatorial, están a la vuelta de la esquina. Sobran ingredientes y aceite para terminar de hacernos una gran cena... y nosotros somos el plato principal, no los invitados. La apatía, como todas las cosas en la vida, tiene un precio, esperemos que nosotros o nuestros hijos podamos pagarlo.
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